sábado, 28 de noviembre de 2009

Mensaje en una botella (versión 40)


La policía encontró el cuerpo tumbado en la bodega. No había marcas de violencia a primera vista. A escasos centímetros estaba un hueco donde, horas antes, descansaba una botella legendaria… Entre la lluvia de aquel día y la visita inesperada a una bodega allí una botella que lucia como lámpara de Aladino; llamándolo, para contar monedas de su bolsillo y comprarla. No corrigió sus deseos y cada vez se hacia más predominante en él, la locura por la botella demostrándole la otra cara de su serenidad y expectativas de vida que el mismo quería. Al manicomio su cuerpo migro entre paredes de impotencia, su mente se perdía y la violencia se concentraba en lo mas profundo de su ser; hasta que en una bodega se refugio. En su piel no había signos de padecerla; sin embargo al tiempo se descubrió que esa botella, lo había consumido; llevándolo a una triste, debilidad… Uno de los policías lo reconoció, su sabiduría, y compasión hacia el cuerpo, le hizo en caso de emergencia; “imaginar” una posible solución, tras pocos o nulos conocimientos ante la situación.; y la botella fue abierta; cercano a un mar; tras su apertura; un humo denso, toxico color muy oscuro salio; y el mismo viento decidió como destruir el contendido de esa botella. Al mismo tiempo, el hombre tumbado despertó. Y sin dudas, aquella bodega le cambio su vida; en décimas de segundos; tras ese mensaje oculto que el mismo descubrió y ahora su consciencia también despertó. Ahora bebe sorbos de vez en cuando, un vino de cada bodega, en sus viajes, para poder recuperar su estabilidad; pero lo que aun no descubrió, que sus ojos ya nunca más podrán cerrarse; quizás, viva un sueño eternamente, o tal vez, despertó de uno…

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